En primer lugar, debo decir que por fin parecen haber encontrado la manera de revitalizar un poquito las galas (no era muy díficil, la verdad). La presencia en el plató de Pocholo y Almudena chiqui (que se llevaron fenomenal) es una combinación de seres humanos díficilmente superable, y permitió que la noche no bajara el nivel en casi cuatro horas.
Pocho dejó bien clarito que él está deseando entrar en El Reencuentro, como había explicado en la entrevista de Fórmula TV que recuperamos aquí hace un par de días. Si no entra (y seguramente ya no entre) es, o bien porque no han llegado a un acuerdo, o bien porque no le han encontrado la pareja adecuada.
También contribuyeron activamente a animar un poco el cotarro CR S.A., que ya han vuelto a la carga, y tienen la misma ilusión por hacerse platós y las mismas ansias de pasta fácil que el primer día, lo cual es precioso. Vinieron ayer con un cambio en el guión muy divertido, dirigido expresamente a todo áquel que les hubiera visto juntos en el mismo tren y tuviera ganas de ir contándolo: es cierto que siempre cogen el mismo tren, pero es pura casualidad, y no se hablan en ningún momento del viaje. Es más, ni siquiera se saludan. Tampoco comparten taxi (o coche de Telecinco) para ir de Atocha a Fuencarral.
Y por si alguien que me está leyendo les vio en dicho tren charlando animadamente o en actitud cariñosa, le aviso desde ya: fueron ilusiones ópticas. Como mucho, Chari le debió preguntar a Rubén en qué vagón estaba la cafetería de Renfe, pero nada más.
Y como en la cadena alegre no pueden ocultar su dedicación al bienestar de todos sus animalitos, el sábado Jordi Rodríguez de la Fuente les hará en la Noria una "terapia de pareja". Brillante. Seguro que será (modo ironía on) interesantísimo (modo ironía off).
Pero no fueron ellos (ni de lejos) la atracción principal de Faunia de la noche. El momento álgido lo protagonizó sin duda alguna David Verdú durante las nominaciones-expulsiones. El chaval, que tiene casi siempre ganas de gresca (lo cual es de agradecer), se atrevió ayer con un Jaque a la Reina de la casa, Marta López, y dijo querer expulsar a Saray y a Gerardo porque "Saray es del grupo de Marta López, y son mayoría".
David destapó así de un plumazo algo que todos sabíamos ya pero que nadie había expresado con tanta clarividencia; y es que en casa hay dos grupos: los López y el resto.
Sofía, Chiqui, Saray, Jorge (al que Dax llama "mi coyotito") y hasta Natalia son los vasallos más fieles de Martita y Coyote.
Pero no son los únicos. Gerardo explicaba que a él le gusta mantenerse relativamente cerca de este grupo, "para que le sigan viendo como un rival débil". Y Lara, hasta ahora la que más se había enfrentado a los VIP, no supo aprovechar ayer la oportunidad de quitarse de en medio a su odiado wey. Por su parte, Yola y Juan Miguel se mantienen en una glamourosa neutralidad.
¿Quién queda pues en el otro bando? Básicamente David Verdú. La guerra está declarada, y yo no puedo estar más contento.
A Martita, que había asegurado tener "mogollón de apoyos", no pudo sentarle peor estar en el banquillo de los menos queridos. Su gesto se torció nada más recibir la noticia, y hoy viernes sigue consternada.
En el directo de anoche la escuché decir algo así como "Yo no sé qué puta mala suerte tengo en los realitys, si la gente luego en la calle...".
"La gente luego en la calle" se arrima al primer pseudofamoso que se encuentra, pero parece que ella aún no lo ha captado.
Coyote aceptó mucho mejor la derrota, y tuvo una salida muy graciosa: "Que me quieren ver mejor de cantante que de concursante, pues bien cabrón". Optimista hasta el final este cowboy, como debe ser.
López y Verdú tuvieron después de la gala un pequeño ajuste de cuentas, en el que ella le reprochaba a él que quisiera eliminarla en el concurso. Es curioso que se molestara tanto, cuando ella misma había estado buscando aliados durante toda la semana para expulsar a David y a Natalia si estaban nominados. Eché de menos más sinceridad en Verdú durante esta conversación, aunque quizá hizo bien en no enseñar todavía todas sus cartas.
Con el inteligente movimiento de ayer, David se metió en el bolsillo a todos los que están deseando ver escampar de esa casa a los VIP, entre los que por supuesto me incluyo. También heredará a los seguidores de Vanessa y Verónica, que esta semana me han vuelto a parecer igual de simpáticas que en su primer reality.
La rubia y la morena han ejecutado a la perfección su labor de pornochachas (Un diez para Chiqui por negarse a expulsarlas tras haberlas designado como asistentas), y han conseguido animar muchísimo la casa, dejándola en un punto mucho más interesante que cuando llegaron. Además, han resuelto sus cuentas pendientes, y vuelven a ser amigas. Para siempre, diría yo.
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| Playa Jardín, en el corazón de Cayo Guadalix |
También hemos podido saber que Jorge está deseando participar en MHYV, porque quiere conocer a "cuatro tiparracas", nunca mejor dicho.
Lekumberri sigue dándose piquitos con todas y jugando a tocar yolitas, lo cual continúa envervando a Saray y a sus encantos al natural.
Los reproches de la ferrolana a Gerardo por no ser una de las parejas favoritas son tan estúpidos como mal intencionados, pero de eso hablaré otro día largo y tendido.
E Iván Madrazo ha vuelto, y sigue igual o más simpático que de costumbre. Durante el día repitió el mismo ritual que la primera vez que entró en Gran Hermano, y por la noche cenó una tortillita francesa que le preparó Sofía y estuvo charlando amigablemente con Juan Miguel y David Verdú.
Su conversación con Juanmi nos dio alguna clave sobre el porqué de la no participación de Yurena (a la que el peluquero llama Tamara, como hacemos todos en la intimidad) y Pocholo en este circo. Al parecer la Seisdedos, que fue una de las primeras confirmadas, se habría echado atrás en el último momento por motivos desconocidos.
A David, Iván le dijo que no comparte "sus estrategias, ni su forma de jugar". Madrazo no desaprovechó la ocasión de darle algunos consejos inéditos y en exclusiva para el Reencuentro : "Pásatelo bien, disfruta"; "Gana este concurso por tu luz propia".
Pues nada, a disfrutar.
Se me quedan muchísimas cosas en el tintero, por lo que es probable que vuelva mañana.
Esto se pone interesante chicos. Hoy me alegro más que nunca de haberme metido en la aventura de este blog. E imitando a David Verdú, me atrevo ya a decirlo claramente: ¡A por Marta López!
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