miércoles, 20 de abril de 2011

Revisión Veterinaria

Aprovecho este Miércoles Santo para hacer algo de lo que tenía ya ganas pero que llevo retrasando varios días por falta de tiempo: un pequeño repaso a todas y cada una de las especies que componen la fauna de Guadalix.
Por fin, hoy todas pasarán por nuestra singular clínica veterinaria para leerles la cartilla.
Yo prometo mojarme; y os pido a vosotros que lo hagáis también, y que os animéis a dejarme vuestro propio diagnóstico clínico en los comentarios al final de esta entrada.

Antes de esto, quería contestar desde aquí a algunos mensajes que he recibido en relación a mi escrito del lunes, en el cual afirmaba que Natalia lo que tiene es un trastorno mental. Al parecer, a muchos os ha parecido muy pretenciosa mi afirmación, y algunos me habéis escrito para explicarme que el motivo de la baja médica de Castañuela fue su problema en las cervicales, y no una depresión.
Desde aquí quiero aclarar (aunque no imaginaba que fuera a ser necesario) que lo que dije es únicamente mi opinión personal, y que por supuesto no dispongo de pruebas sólidas para poder confirmar tal cosa.
Lo que me ha hecho llegar a esta conclusión es que, después de muchos días observándola, aún no he visto a Natalia expresar un sólo sentimiento positivo hacia ella misma o hacia su entorno.
Siempre que habla lo hace para quejarse, criticar a alguien o directamente enzarzarse en alguna bronca. Nunca la he visto sonreír si no era con sarcasmo o con malicia. Y absolutamente nadie dentro de la casa le ha cogido ni el más mínimo cariño, algo casi inédito en encierros de este tipo.
Si me referí a ella como "enferma mental" es porque creo realmente que tiene un problema en la cabeza que le hace convertir en negatividad todo lo que le rodea.
Ahora bien, con esto no pretendo ni por asomo justificar su actitud farfullera y malrollesca permanente. Lo que digo es que considero un "error" (otro más) por parte de la organización no haber valorado su estado psicológico antes de decidir meterla en la casa. En muchas ocasiones hemos escuchado a concursantes del Reencuentro explicar que recibieron una llamada teléfonica invitándoles a participar en el programa sólo 2 ó 3 días antes de entrar. Pocos análisis psicológicos se pueden hacer con este margen tan pequeño de tiempo, y esto es lo que considero una tremenda imprudencia.
Es por ese motivo por el que creo que lo mejor es que Natalia se vaya cuanto antes a su casa, y también es por eso por lo que a mi se me han quitado las ganas de seguir atacándola.

Dicho lo cual, allá vamos.

Lara y Jorge:
El jueves pasado los Joyas se llevaron un buen susto al pasar al banquillo de los nominados; y en la sala de expulsión ambos estaban convencidos de que les había llegado la hora.
Finalmente no fue así, y tuvieron derecho a una segunda oportunidad que los dos están sabiendo aprovechar bastante bien.
Es evidente que el susto le valió a Lara para hacer un poco de examen de conciencia, y esta semana ha sabido mantenerse en un acertado segundo plano. No sólo no ha montado ningún pollo importante, sino que además se ha reconciliado con el que hasta hace poco era uno de sus mayores enemigos, David Verdú.
Y es que por algún extraño motivo, La Hardcore siempre termina por hacerse querer. Al principio casi nadie la tragaba dentro de la casa, pero poco a poco ha sabido hacerse un hueco entre la mayoría de sus compañeros. De hecho, a día de hoy todavía no ha habido un sólo expulsado que tuviera malas palabras para ella, lo cual dice mucho a su favor.
Yo sigo pensando que lo peor de ella es su fondo y no sus formas, pero eso no impide que me siga apeteciendo verla sacar de quicio a todas sus ovejitas con sus hardcoradas. Espero, eso sí, que esta semana la audiencia la vuelva a apoyar, porque esta versión descafeinada de Lara me hace mucha menos gracia.
Jorge en cambio me aburre cada día más. A diferencia de su pareja de concurso, él sí que me parece buena gente, pero para mi su presencia en el programa ha ido perdiendo progresivamente todo el interés que me despertó al principio.
Durante bastante tiempo fue incluso de mis favoritos, pero de tanto repetirlo Iván ha terminado por convencerme de que efectivamente se trata de una especie de Julito en versión Reencuentro.
Últimamente le veo cada vez más empeñado en enseñarnos lo buenísima persona que es y lo bien que se porta siempre con todos sus compañeros. Cuando aconseja a Lara por ejemplo, e incluso hace de mediador entre esta y David, parece estar haciéndolo únicamente para exhibir su buena voluntad.
En definitiva, que cada día me creo menos al navarrico; aunque he de reconocer que es un ejemplo incontestable de buena convivencia, saber estar y educación. (Felicidades, Lomana)

Iván y Loli:
El Dios de los Ivanistas no ha cambiado ni un pelo. Sigue siendo el mismo tostón que hace dos años, y sigue contándole al primero que pilla el rollito de la casa mágica, la luz propia y la experiencia inolvidable. Ayer comentaba con ojos chispeantes el encanto que tiene allí dentro recibir una sorpresa, un abrazo, o incluso o una Coca-Cola. El discurso es el mismo que el de los Gran Hermano 1, pero él no parece darse cuenta de lo obsoleto que suena.
Por eso me resulta Iván tan entrañable, y no puedo evitar que me siga pareciendo exactamente lo mismo que me pareció en su edición: un tío de puta madre.
Pero sin duda alguna para mi la mejor de esta pareja es la emperifolladísima Dolores, aunque no me veo muy capaz de explicar el porqué. Quizá lo que más me guste de ella es que cuida al detalle todos sus movimientos y aún no la he visto dar un solo paso en falso.
Como ya he dicho otras veces, habla poco, y cuando lo hace, sentencia. Durante la quema de Troya, cuando Natalia amenazaba con no hacer la prueba semanal hasta que la organización no expulsara a Chiqui, Loli le soltó algo parecido a esto: "Eso no lo puedes hacer Natalia, negarse a hacer una prueba  es motivo de expulsión. Es como faltar al trabajo". Brillante.

Yola y Juan Miguel:
Él tiene un miembro viril enorme (no lo digo yo, lo dicen sus amantes en el Confesionario de Kiko), y ella los pechos más grandes de España. Ellos son a día de hoy la pareja más querida dentro y fuera de la casa, y eso lo han conseguido currándoselo día a día y pasito a pasito.
Cher, 10 años después
Juan Miguel es un vividor de los que no quedan, amante de las buenas fiestas y de los buenos polvos, del tipo que sean. Allí dentro siempre está dispuesto a escuchar un rato a cualquiera que lo necesite, pero él lo hace a modo de psicoanalista, hablando sólo cuando es estrictamente necesario y dejando que el otro se descargue a gusto en su presencia.
Yola en cambio tiene pinta de estudiar mucho más todos sus movimientos. Aunque sin perder jamás ni un ápice de su particular surrealismo, Berrocal se muestra al público como una tía simpática, buena gente, divertida, muy cachonda, trabajadora y excelente compañera. Si es una estrategia desde luego es la mejor y la más honesta que se puede adoptar.


Marta y Coyote:
Hay algo extraño en la cabeza de Coyote, que le hace creer que él es una estrella internacional de música country y el Reencuentro un evento exclusivo sólo accesible a la crème de la crème del mundo del famoseo español. Quizá sea simplemente una cuestión de diferencia cultural, pero escucharle decir que a él le gusta ir siempre vestido de vaquero cuando pasea por Méjico me pareció too much.
Tanto él como Marta son una de las parejas más queridas allí dentro, lo cual demuestra eso que tantas veces han repetido ellos de que "ganan en las distancias cortas".
Del temita de moda sobre si ha surgido el amor entre estos dos yo sigo pensando que no es más que una solemne chuminada que se le ha ocurrido a alguna mente brillante para alimentar un poco el morbo fácil.
Ahora bien, no ayuda nada que ambos se dediquen a dar constantes explicaciones sobre el respeto que tienen a sus respectivas parejas. El otro día decía la López que estaba convencida de que su marido la iba a dejar al salir, porque es muy celoso y no soporta que su señora se de cariñitos con ningún hombre. Al parecer, Jorge Cabeza habría llegado a tener celos hasta de Kiko Hernández...
Si yo fuera él, lo que más molestaría de todo esto es que mi mujer andara contando este tipo de intimidades en la tele. Parece mentira que a estas alturas aún no se haya enterado Martita de que cualquier frase medio polémica es susceptible de ser sacada de contexto y repetida hasta la extenuación.

Sofía:
De la Cristo apenas he hablado en todo este tiempo, porque aún no he conseguido forjarme una opinión clara de ella. Un día me parece la mayor petarda de todo este circo, y al día siguiente me vuelve a agradar. Su ex-compañera Chiqui Martí siempre me resultó simpatiquísima, y sólo por eso le sigo otorgando a Sofía la posibilidad de conseguir caerme bien.
Lo que menos me gusta de la DJ es que de esas personas que parece convencida de que existe una sola verdad (y siempre es la suya, claro). Tiene mucha tendencia a afirmar cosas como "Si el público fuera justo, la echarían" o "No me parecieron justos los nominados de la semana pasada", e incluso la escuché decir hace semanas que "Al final ganó mi madre la Cocina del Infierno porque el público fue justo".

David y Natalia:
De ellos he estado hablando casi exclusivamente en mis últimas entradas, y la verdad es que tengo poco más que añadir.
Únicamente aprovecho para contaros que en el Directo de esta mañana les he visto hablarse con bastante respeto y cordialidad, así que es posible que hayan arreglado un poco sus últimas diferencias.
Y de la famosa notita que le escribió ella a él, (cuyo contenido se ha encargado la López de difundir entre todos los miembros de la casa) quiero señalar que yo no la veo tan malintencionada como la mayoría de los televidentes. En mi opinión, Natalia se sentía en ese momento brutalmente rechazada por todos, y le alivió pensar que ese repudio hacia ella del 99% sus compañeros iba a traducirse en apoyo por parte de la audiencia. Por eso, acude constantemente al confesionario para "pedirle a España que me sigan apoyando". Hay que estar muy pero que muy perturbado para pensar que es ella y no David la que despierta el respaldo del público.


Ayer por la noche tuvo lugar en Guadalix la gala ficticia del "Operación Karaoke", en la que todos interpretaron por parejas los temas que han estado ensayando a lo largo de esta semana.
Suerte que no estaba allí Pilar Rubio para dinamizar el evento, porque si lloraba de emoción con las actuaciones de los OT 2011, con estos habría inundado la sierra entera.
Prueba superada, por cierto.

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