miércoles, 27 de abril de 2011

Carroña Deluxe

Ayer empezábamos el día con la noticia del retraso de la Final del Reencuentro, anunciada inicialmente para el domingo, al lunes 2 de Mayo. Con este cambio, Telecinco estaría buscando frenar el estreno de una nueva serie de la cadena triste. Que así sea pues.

En cualquier caso, hoy aún quedan diez personas dentro de la casa, pero el tema se resolverá con una Fumigación Express en los próximos cinco días. Siempre me ha parecido un poco ridículo hablar de injusticia cuando a uno le quitan su programa favorito antes de tiempo, así que únicamente diré que esta final tan anticipada del Reencuentro me parece una gran putada. El programa estaba ahora volviendo a pillar un punto bastante bueno, y me hubiera encantado poder seguir exprimiendo el circo unos pocos días más. Pero un 14 % de share es lo que tiene.
De momento la fauna permanece estable en su cautiverio, y en los últimos días hemos podido ver a las principales hienas de Guadalix sacar sus mejores carroñas para este sprint final. Los dientes se afilan, el ingenio se agudiza, y las caretas de unos y otros se caen por momentos. Empieza la matanza.

Uno de los que más está dando la nota en su lucha por coronarse ganador es el indomable Marqués de Guadalix, que definitivamente ha cometido un gran error participando en este Reencuentro. Iván parece empeñado en volver a enseñarnos que él es muy claro y dice siempre las cosas a la cara, aunque eso implique generar mal rollo gratuito cada dos por tres. Sus ataques a Lara y Jorge durante la visita de Nacho Montes me resultaron especialmente agresivos, y además estuvieron completamente fuera de lugar, pues ni siquiera era ese el objetivo del ejercicio propuesto.
Iván acusó a los Joyas, entre otras cosas, de haber estado siempre muy "creciditos" por tener el apoyo del público; lo cual pone de manifiesto, una vez más, la facilidad que tiene el Gigante por ver mucho mejor los fallos de los demás que los suyos propios.

En mi opinión, él es sin duda al que peor le está sentando salvarse cada semana, y su prepotencia está empezando a alcanzar límites insospechados. Buena prueba de ello es la tendencia que tiene Iván a interpretar todas las decisiones de su alabada "España" (así le llama él a los cuatro tontos que seguimos esto) como pruebas confirmatorias de que él siempre tiene razón. Os explico a lo que me refiero:
La única semana en la que Lara y Jorge salieron nominados venía precedida de los múltiples enfrentamientos de la Hardcore con el San Bernardo, y él lo asoció exclusivamente a esto. Durante los días siguientes se mostraba muy satisfecho con esta nominación, repitiendo una y mil veces el rollo de que la gente ya les había visto el plumero a los Joyitas. Sus cansinos monólogos sobre este tema no se limitaron al Confesionario, sino que también intentó comerle la olla a muchos de sus compañeros que se llevan de maravilla con la pareja, como Yola, Sofía, o Juanmi.
Con la expulsión de David y Natalia una semana más tarde volvió a pasar exactamente lo mismo. A Iván no se le ocurrió pensar ni por un momento que si Verdú estaba fuera era porque llevaba días pidiéndolo. A día de hoy, sigue profundamente convencido de que el público repudia a David tanto como él; y seguramente piense que el malagueño está fuera por haber osado enfrentarse a él. Cuando salga de la casa se va a llevar un palo considerable al ver como su "España" aclama a David en cada plató que pisa. Y es que lo de aprobar siempre tanto la opinión de "España" tiene ese inconveniente, que puede volverse en tu contra en cualquier momento, obligándote a tragarte tus palabras. Aparte, claro está, de ser un truco más viejo que la tos y resultar bastante cutre.

La ausencia de una emisión 24 horas está jugando muy mucho en contra de Iván en este Reencuentro, o al menos así lo veo yo. En Gran Hermano 10, fueron precisamente aquellos que acostumbraban a chuparse cien mil horas del Directo los que empezaron a defender a Iván y terminaron montando aquellas potentes plataformas de apoyo. Madrazo es un auténtico encantador de serpientes, que termina por convencerte de todo lo que dice si accedes a escucharle durante un rato largo. Pero esa excelente retórica le vale de muy poco si sus monólogos se cortan a a mitad para editar el contenido de un resumen o una gala.
Larga Vida al Rey
Por eso entiendo hoy mejor que nunca a los que le encontraban soso, cansino y malrollesco. Seguramente sería yo el primero en volver a dejarme "encantar" por el urogallo si le viera las 24 horas, pero con esta visión que me ofrecen ahora de él me resulta imposible seguir estando de su lado. Lo que está claro es que si finalmente gana Iván no será por su comportamiento en esta casa, sino por el que tuvo hace dos años en una muy parecida ubicada en el mismo sitio. Y que eso ocurriera me parecería una pena, la verdad.

Otra que me produce cada día más hartazgo es la López, que parece haberse propuesto darme la razón en todo lo que dije de ella en mi última entrada del sábado. En los últimos resúmenes la hemos visto seguir interpretando (cada vez peor) su estúpido papel de niña enamorada, que es para ella su último cartucho para poder "optar al premio". Martita ha sacado por fin su asquerosísima artillería pesada, y ya no se corta ni un pelo a la hora de malmeter y deformar la realidad a su antojo para conseguir su propósito. Después de tirarse semanas gritando a los cuatro vientos que estaba preocupada por cómo estarían viendo Jorge Cabeza y Lili Dax sus cariñitos con Coyote, ha terminado por conseguir lo que quería: que el wey se rallara también con el tema. Así se asegura que se le dé a este paripé el bombo que se merece.
López se mostraba luego molesta (incluso enfadada) con las comidas de tarro de Dax, y acudía al confesionario para decirnos que no entendía el porqué de estas preocupaciones: "Algo le pasa, algo esconde". Es decir, que le da la vuelta a la tortilla de manera grotesca; porque es ella (y solo ella) la que ha montado todo este tinglao. La que prepara el montaje, llama a los periodistas (sus colegas con los que se comunica por el Blog), y luego finge numerosos posados-robados-vendidos en los que se da arrumacos con el mejicano.

Otro ejemplo de como Marta manipula vueltas de tortilla es el pequeño altercado que tuvo con Sofía, a raíz de que esta se quejara de la falta de "Pan Bimbo Integral". La Cristo había hecho únicamente un pequeño comentario (quizá un pelín subidito de tono) a sus compañeros por haber arramplado con todo el pan, pero nadie consideró oportuno darle la más mínima importancia al tema. Entre otras cosas porque la propia Sofía, mientras se quejaba, reconocía tener el día cruzado, de esos en los que todo te molesta.
Y es aquí donde López vuelve a hacer una de las suyas. Martita se fue directa a hablar con Sofía, para recordarle que ella era la que más dinero había gastado esa semana en caprichos personales. "Eres la que menos te puedes quejar", le dijo. Y después le explicó que ella se lo decía de muy buen rollo, sólo para advertirle de que si seguía hablando del tema, alguien iba a terminar por reprochárselo y se iba a armar una buena.
De manera que es ella la única que le da bombo al tema, que recuerda perfectamente todos los caprichos personales de la Cristo y los enumera (el tabaco, el tinte, la leche condensada y no se qué más) varias veces; pero lo hace únicamente para evitar que Sofía termine teniendo un problema. Porque es su amiga, y porque la quiere. Ahora eso sí, que no se atreva la DJ a molestarse ni un poquito por el inocente comentario, porque puede herir la sensibilidad de Santa López de Calcuta. Manda cojones.

Pero no son Marta e Iván los únicos que están jugando a darlo todo en estos últimos días.
Lekumberri por ejemplo sigue concentrado en su aburridísimo papel de niño bueno, pero cada vez le está resultando más difícil no salirse del guión. Sus reproches a Iván por las marcas de la caca del wáter ya huelen, y me parecen mucho peores en realidad que los que le hace el cántabro a él. Si alguien deja mierda en el wáter, lo limpias y te callas, y punto. Si lo vuelve a hacer varias veces, puedes plantearte ir a hablar con él (solo con él) para pedirle educadamente que no lo haga. Pero contándoselo a todos sus compañeros y sacando a relucir el tema cuando están todos presentes Jorge demuestra ser como mínimo igual de cerdo que el San Bernardo.
Y tampoco es que sea muy elegante el gesto, que digamos. Al final va a resultar que sí que le quedaron algunas asignaturas pendientes al Coyotito durante su estancia en la mansión.

En fin, bajo mi punto de vista, quedan ya muy pocos que estén jugando limpio a estas alturas. Pero eso ya os lo cuento mañana.

Nota:
Espero que no me hayáis echado mucho de menos estos días. Perdonad por tardar tanto en publicar, en cualquier caso. Estoy que no paro, con mucho curro y mucho lío. Pero no me olvido de vosotros. Queda ya muy poco tiempo y lo viviremos juntos (si queréis) hasta el final.