La casa de los sueños

Ayer empezó el Reencuentro: 10 años después (o 11, como puntualizó Jordi ayer).

Y podría haber empezado mejor, la verdad.

Quizá sea por las enormes expectativas que, como viene siendo habitual, Telecinco había conseguido crear entorno a este reality – que muchos gustamos de llamar simplemente All Stars-; pero lo cierto es que la gala fue de lo más normalita.

Jordi González, viejo amigo de Chiqui Martí (a la que ha conocido en todas sus etapas, con y si novio), estuvo correcto pero eché de menos un ambiente más Glam que una noche como esta merecía. Allá tú, pero yo tengo claro quién hubiera sido capaz de dárselo. Para presentar esto hacía falta gente con más… chispa.

En un plató silencioso con cuatro sillas tristes se fueron sentando invitados de lo más variopintos. Impagable el regreso de Rufino a nuestras vidas, o el momento en que David Pequeño aseguró no haberse operado de nada. Surrealista la presencia de Ivonne Armant, esa mujer eternamente agradecida por que la audiencia la eligiera a ella y no a Tonxtu o Juanito. ¿De quién vino a hablar ella? ¿De Marta López o de Coyote Dax?

Mónica Guerrero (sí, ese es su apellido) ha vuelto a nuestras vidas. Y lo hace contenta, serena, más guapa, y con la cara de la experiencia de quién sabe lo que pasa cuando se apagan los focos. Recordaba su paso por el concurso como una de las experiencias más bonitas de su vida (un clásico)  y decía sentirse decepcionada con Juanma, compañero de edición de La Casa de tu Vida y ganador de la misma.

Aunque, como dijo su ex, el nuevo Juanma tiene muy poco que ver con lo que fue.

El nuevo Juanma pesa 120 kilos menos, y, como le contaba más tarde a una preguntona Marta López que no dejó de trabajar en toda la noche, se ha sometido a una operación de reducción de estómago, se ha hecho una rinoplastia y se ha “operado los dientes”. También ha hecho un curso de peluquería y trabaja haciendo espectáculos de transformista. Juanma parece ahora un hombre tranquilo, sereno, aunque hay algo que sigue inquietándome en su mirada.

Juanmi se cambia de ropa

Tras un frío reencuentro, Mónica y Juanma entraban en “la casa de los sueños” que diría Prager para encontrarse con sus primeros compañeros de encierro, Yola Berrocal y Juan Miguel (Juanmi para los amigos).

Vi a Yolanda (que se definía ayer como una mujer “que no es plana, sino que tiene muchas facetas” ) muy sorprendida (casi diría que decepcionada) al ver que sería Juanmi su pareja.

Y es que no es por nada (y es probable que me equivoque), pero esto huele a arreglillo de última hora. Por la tarde, Jordi nos había garantizado la entrada de Pocholo en la casa, y es vox populi que Yurena es (o era, o será) concursante de El Reencuentro. ¿Qué pasó entonces? Y, sobretodo, ¿qué cuentas pendientes tienen el ex de Karina y la ex del padre Apeles? Ninguna. Basta ver el vídeo en el que Berrocal se proclamaba ganadora de Hotel Glam, con Juan Miguel llorando como una madalena  abrazado a Malena Gracia para darse cuenta. Algo no cuadra.

Horas más tarde, en el directo, y mientras Juanmi se lanzaba a leerle la mano a Gerardo, Yola parecía algo descolocada, sin acabar de encontrar su sitio.

Chiqui y Sofía Cristo parecen majas y son muy amigas. Y creo que son una buena elección para el reality. Cuando le preguntaban a Jordi qué cuenta pendiente tenían ellas, éste les contestaba (dando un par de rodeos) que la de enrollarse. Dudo muchísimo que lo hagan.

Chiqui (que es muy amiga de Jordi y tiene un diente de diamante) dice estar cansada de que le pregunten por la calle que si ahora hace algo, sólo porque ya no baila en TV. Yo la verdad, entiendo que se lo pregunten. Ella ahora tiene “su escuela y su cabaret”, pero eso era imposible de saber si no entraba en El Reencuentro.

Estas dos amigas muy amigas ya hacían grupito ayer por la noche con el dúo más soporífero de la casa, La López y el Dax.  Los cuatro se agenciaron el cuarto pequeño para estar más tranquilos, apartarse un poco el resto y poder marujear a gusto, demostrándonos una vez más La López lo mucho que ha aprendido de realitys en estos años.

Marta López trabaja todos los días en AR y es la mejor amiga de Kiko Hernández. Es la única que conoce de sobra a todos sus compañeros. Tiene dos hijos y le da mucha pena separarse de ellos, porque el mayor tiene cuatro años y es muy inteligente y se entera de todo. Para ella presentarse a este programa es un reto personal, pero a mi verla en pantalla me resulta un incordio y un auténtico coñazo. Yo la devolvería cuanto antes a su hábitat natural, Telecinco, carretera de Fuencarral, Alcobendas.

El momento álgido de la noche lo protagonizaron (quién sino) las dos parejas de Grandes Hermanos elegidas. Los múltiples cambios de pareja de Chari, Rubén y Saray le dieron a la gala la emoción y la gracia (y me atrevo a decir que el share) que en otros momentos faltaron.

Chari (ahora Chari Lojo) es ya una estrella, y lo sabe. Vino muy suelta (aunque no iba a ningún hospital) y supo estar a la altura. Entró en la casa con la humildad de un recién llegado a este mundillo, y la luz de quién está de rabiosa actualidad.  Supo charlar distendidamente de todo y de nada con Carmen Montero (más conocida como la madre de Rubén o la mujer multinick), mujer a la que definitivamente se le ha ido muchísimo la olla.

Rubén (que no, no está en Valencia) y Chari (ahora Chari Lojo) son sin duda alguna el plato fuerte de esta edición. Se me vislumbran por el momento como los rivales más fuertes sólo por eso, por estar de moda.

Sobre esto diré que, aunque su presencia me parece imprescindible, a mi no me cabe ninguna duda (es una opinión, sólo eso) de que todos y cada uno de los movimientos de estos dos están perfectamente hablados, pactados, y diría que hasta firmados en documentos confidenciales de la sociedad Chari y Rubén S.A.

Prager está mal. Muy mal. Ayer estaba ojeroso, nervioso y torpe. Segundos después de afirmar que él tenía perfectamente asumido que hay mundo más allá de la tele y que si no te va bien en ella se pueden hacer muchísimas cosas, decía estar contento de entrar “en la casa de los sueños”, con ganas de “disfrutar al máximo”.

Saray y él protagonizaron el encuentro más tenso de la noche, y es que esto sí que son cuentas pendientes (y no lo de Sofía y Chiqui, Marta y Coyote, Yola y Juanmi, o Jorge y Lara). Parece difícil conseguir arreglar algo entre los dos. A la de Ferrol le crispa oírle hablar, tenerle cerca, que se le acerque. Saray está más delgada y  mucho más espabilada. Ahora es famosa y va a la Posada, y se le nota. Entra en la casa porque Rubén se quitó los zapatos delante suyo. Quizá haya conseguido un contrato temporal de obra y servicio en Chari y Rubén S.A.

Lara Estevan y Jorge no ven nunca realitys y no conocían a casi ninguno de sus compañeros. Yo nunca vi Las Joyas de la Corona y a los que casi no conozco es a ellos. Me pareció que Lara estuvo fatal en las formas en todo momento, pero aún peor en el fondo. No le debió quedar muy claro el concepto de “saber estar en su sitio” que trató de enseñarle Nacho Montes este verano. Lara, cuando seas Yola, comerás huevos.

Ayer cenaron sándwiches porque les daba pereza cocinar. Ah! Se me olvidaba! Coyote Dax tiene nuevo single. ¿Alguien da más?